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miércoles, 4 de noviembre de 2009

BEAGLE, ESE PEQUEÑO GRAN PERRO


beagle, ese perrito afectuoso, sensible, sociable, bondadoso,
vivaz y valiente, por todo ello un animal verdaderamente "grande", sin embargo de poco tamaño aunque no diminuto, capaz de adaptarse sin problemas a un piso de reducidas dimensiones... "ese pequeño gran perro".
Gracias a su tamaño y excepcional carácter es uno de los canes preferidos en todo el mundo. Un perro armonioso, de gran equilibrio en cuanto a estructura física y personalidad se refiere. Al ser un animal fuerte, compacto y de pelo corto, aunque nunca falto de elegancia, obediente, aunque tozudo, tolerante y con buen carácter, se convierte en la mascota ideal.

SU TEXTURA DE PELO, CORTO Y LISO, DE DIFERENTES COLORES, Y SIN DEJAR DE LADO SU TAMAÑO, HACEN QUE RESULTE COMODO EN CUALQUIER TIPO DE HOGAR"En casa no ladra demasiado, aunque su ladrido es persistente ante los intrusos, con una voz sonora, nunca estridente, que se extiende hasta muy lejos, se limita a saludarte con
movimientos festivos del rabito. Es un perro de familia por excelencia, su paciencia no tiene fin, en especial con los niños, a los que adora y con quien se une como compañero infatigable de juegos, es simpático, alegre y jovial, en cualquier caso, es un entusiasta, siempre predispuesto y atento con su dueño. Es un error decir que el Beagle debe
vivir siempre en el exterior y que precisa correr muchos kilómetros diariamente, se adapta perfectamente a la casa aunque nunca debemos olvidar sus paseos rutinarios y saber que él añadirá más placer compartiendo actividades al aire libre.
ESE RABO TIESO QUE NO PARA DE MOVERSE MAS QUE CUANDO HA CAPTADO ALGO, SIN PERDER DE VISTA A SU DUEÑO CON ESOS OJOS QUE MIRAN PENDIENTES DE LOS QUE SE LES DIGA"
El Beagle, inteligente, inquieto y aristócrata, tiene dos cualidades excepcionales, un temperamento único y una gran pasión. Cuando el Beagle habla dice "verdad", sólo hay que entenderlo. Suele ser esa voz temprana en una aproximación, delatadora de vida, esa voz corta, pausada, casi un gemido."EN OCASIONES EL BEAGLE, OCUPADO EN INSPECCIONAR EL TERRITORIO, SE VOLVERA AL OIR LA LLAMADA
PERO NO SE


CACHORROS.

Entre el primer y tercer mes al cachorro debe de dársele cuatro tomas. Entre los tres y seis meses se reducirá a tres tomas y entre los seis meses y el año se pasará a dos tomas. Por fin, una vez pasado el año o año y medio el animal puede comer una sola vez al día. Durante el primer año debe prestarse especial cuidado con la administración de cantidades importantes de calcio, fósforo, vitamina C y vitamina D3. Un perro adulto debe ingerir unas 80 - 90 calorías por Kg de peso, lo que nos lleva a un total de 1400 calorías al día (800 gramos de comida). En el caso de una hembra que amamanta a sus cachorros
al menos deberá duplicarse la ingesta calórica. Un perro adulto en periodo de trabajo debe llegar hasta las 2500 calorías (ej. caza). La edad también influye en la cantidad de comida; así un cachorro de seis meses

trabajo difícil en principio para nuestro beagle ya que tiene tendencia a corretear. Este trabajo debe realizarse sobre todo al cabo de un rato del paseo ya que inicialmente el beagle es impetuoso y costará que esté atento a la orden. Consistirá en llevarlo atado con la correa corta a la vez que se camina con él y se habla cariñosamente; posteriormente y siempre que el animal pueda ir suelto, se realizará la misma maniobra pero sin correa.
La alimentación del cachorro recién nacido debe ser en principio la leche de la madre que es irremplazable ya que los inmuniza frente a muchas enfermedades y es una fuente equilibrada de calcio, vitaminas, grasas y proteínas. La alimentación de la madre debe incrementarse por tanto en un 50 - 70% para que pueda sacar adelante una y sin embargo, un perro mayor de 10 años es posible que se contente con la mitad.
AdiestramientoEl beagle que vive en casa se adapta perfectamente a su papel de animal de compañía y para ello únicamente es preciso hacerle entender las reglas de urbanidad necesarias. Eso no quiere decir que el animal no conserve su instinto y que sea preciso sacarlo con frecuencia a pasear donde podrá correr y mostrar toda su energía. Con el adiestramiento se trata de enseñar al animal a andar sólo por la calle sin escaparse, a sentarse, a echarse y esperarnos en la puerta de un establecimiento donde no dejan entrar animales. Pretender que el beagle sea una máquina de obedecer o que sea un perro de defensa es un objetivo vano. El primer ejercicio consistirá en que el perro acuda a la orden de su nombre y la


EL ESTANDARD OFICIAL

Las características morfológicas de una raza se defines por el estándar. Por convención internacional el standard lo redacta el país de origen de la raza en el caso de los beagles Inglaterra y lo ratifica la Federación Cinológica Internacional.Vigoroso y compacto debe estar bien proporcionado, con esqueleto sólido y adecuada musculatura, dando la impresión de distinción y elegancia.
Cabeza y cráneoOjosOrejasMandíbulas y cuellosExtremidades Tronco, pies y colaMantoTamañoPorte


cabeza y cráneo: la armonía de todo el ejemplar en su
conjunto la da la justa proporción entre cabeza y cuerpo.La cabeza tiene los mayores rasgos de la tipicidad, más pequeña en las hembras que en los machos. Debe ser potente con stop (depresión naso
frontal) bien marcado.Las líneas craneofaciales son paralelas al cráneo, ligeramente redondeado y moderadamente ancho. El hocico presenta una buena cuadratura, por lo que sus laterales son paralelos.Los

labios dibujan la línea inferior de la nariz.La trufa o nariz es larga, con las fosas nasales bien abiertas y de color negro.



ADIESTRAMIENTO

El beagle que vive en casa se adapta perfectamente a su papel de animal de compañía y para ello únicamente es preciso hacerle entender las reglas de urbanidad necesarias. Eso no quiere decir que el animal no conserve su instinto y que sea preciso sacarlo con frecuencia a pasear donde podrá correr y mostrar toda su energía. Con el adiestramiento se trata de enseñar al animal a andar sólo por la calle sin escaparse, a sentarse, a echarse y esperarnos en la puerta de un establecimiento donde no dejan entrar animales. Pretender que el beagle sea una máquina de obedecer o que sea un perro de defensa es un objetivo vano. El primer ejercicio consistirá en que el perro acuda a la orden de su nombre y la manera podría ser a través de una correa larga, llamando al animal y si no acude tirar suavemente de él, hasta que responda y premiarlo cuando esté cerca de nosotros. El siguiente ejercicio se trata de hacerlo sentar a la orden, preferentemente al lado izquierdo muestro. Para ello con el perro atado y a la vez que le damos la orden, se ejecuta una presión en la grupa que le obliga a flexionar las patas de atrás. Esto último debe ir acompañado de una recompensa en forma de palabras cariñosas o una caricia. Las galletas y otras golosinas pueden servir pero se corre el riesgo de que el perro se vuelva interesado. Para conseguir que nuestro perro se eche a nuestra orden debe partirse de la posición de sentado y con la correa colocada estirar suavemente hasta que el animal se eche acompañado como siempre de palabras de cariño. Merece especial atención el enseñar a nuestro perro a caminar cerca de nosotros, trabajo difícil en principio para nuestro beagle ya que tiene tendencia a corretear. Este trabajo debe realizarse sobre todo al cabo de un rato del paseo ya que inicialmente el beagle es impetuoso y costará que esté atento a la orden. Consistirá en llevarlo atado con la correa corta a la vez que se camina con él y se habla cariñosamente; posteriormente y siempre que el animal pueda ir suelto, se realizará la misma maniobra pero sin correa.


EL BEAGLE Y LA CAZA

El Beagle es un perro de presa, clasificado entre los sabuesos para la caza menor, para la que posee unas dotes incuestionables. Es el perro de caza más pequeño que reúne todas las cualidades de un perro grande. Caza bien con la pareja, en grupo o en pequeñas jaurías gracias a su elevado espíritu de equipo, no es en absoluto individualista, nunca irá cada uno por su lado, cuando uno gime o resopla todos acuden a ayudar. Entre los cazadores hay cuadrillas que prefieren cinco, seis perros o más, sobretodo por el bello espectáculo que proporcionan en el campo tras los rastros y por su voz llena de musicalidad y tonalidades que emplea en cada una de las situaciones o fases de la caza.
La liebre (a la vuelta) es la pieza reina por excelencia para la caza con Beagles, aunque es apto para cazar todo tipo de animal de pelo: conejo (autentico especialsta, corzo, jabalí, zorro... gracias a sus bien proporcionadas dimensiones, factura armoniosa y considerable velocidad. En su trabajo es funcional, efectivo e incansable, correrá hasta extenuarse, cazaría hasta la muerte por agotamiento. Con una buena nariz, el Beagle caza con el hocico pegado al suelo concentrado en las emociones. Es un verdadero experto en terrenos a menudo muy apretados de vegetación, sin claros donde poder ver la presa. El trabajo de este animal es insustituible en determinados terrenos y condiciones, en montes muy apretados, jarales, con abundante mata baja, cañadas de aulagas y pedregales. Lugares donde no se ve a veces ni a perros ni conejos son imprescindibles estos animales de rastro completo.
Es el Beagle un sabueso que sigue la pista con rapidez y esta cualidad le hace capaz de seguir el rastro con absoluta fiabilidad. Su porte es un galope resuelto y brioso, intercalado con fases de trote a la búsqueda de la presa. Una vez descubierta la buena pista mantiene el galope ininterrumpidamente.
Todo un campeón en el trabajo de fondo, fuerte y duro en el monte, si bien es cierto que lo que más le afecta es el calor, es el perro idóneo para el trabajo intenso y prolongado, su buena constitución física es garantía de ello. No en balde es, el Beagle, el sabueso más extendido en el mundo entero, teniendo una popularidad inaudita en Francia, donde es considerado como el mejor perro de caza menor.

PROTOTIPO ESTANDAR

La cabeza recoge los mayores y más significativos rasgos de tipicidad. Más pequeñas en las hembras que en los machos. Debe ser potente con stop bien marcado.
Trufa: Negra y con las fosas bien abiertas. Sólo en los casos de manto muy claro, se tolera una trufa de color marrón oscuro.
Labios: Los labios dibujan la línea inferior de la nariz.
Ojos: Pardo oscuro o nuez, bastante grandes. Ojos con expresión dulce y cautivadora.
Orejas: Más bien grandes, con la punta redondeada. Su textura es delgada y cuelgan de manera graciosa contra las mejillas.
Mandíbulas: Fuertes y con articulación en tijera perfecta, regular y completa.
Cuello: Debe dar la longitud suficiente para permitir al perro husmear fácilmente el suelo, por lo que será ligeramente curvado, presentando un poco de papada.
Extremidades: Anteriores: Los hombros deben ser perfectamente oblicuos y no cargados. La osamenta debe ser redonda sin que ésta disminuya en forma de fuste.
Cuerpo: Tronco corto y compacto. El tronco es cuadrado sólo cuando el riñón es corto, potente y elástico. Debe ser un perro robusto y sólido.
Extremidades: Posteriores: Muslos musculosos. Gordetillo bien angulado. Pantorrillas sólidas, perfectamente bajas y paralelas.
Son premisas indispensables para tener un potente impulso como el que requiere un perro de trabajo.
Pies: Robustos, con dedos bien marcados y cojinetes sólidos, nunca alargados.
Cola: Insertada en lo alto, robusta, de longitud moderada. Debe llevarla en posición casi vertical cuando se mueve.
Porte y Movimiento: Es preciso que el paso se desarrolle sin esfuerzo, estirando mucho las extremidades delanteras.
Manto: Pelo corto, denso y resistente a la intemperie. Todos los colores reconocidos para los perros de manada ( ingleses), salvo el color hígado.
Los colores que en las diferentes combinaciones aparecerán son el blanco, el naranja, el limón, el marrón y el negro.
El manto será bicolor o tricolor con presencia siempre del blanco.